La capital ecuatoriana, que fue la primera ciudad en ser inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, destaca por su arquitectura excepcional, su ubicación en la mitad del Mundo, su gastronomía, sus artes y oficios, su gente y su dinámica. Tantos elementos que la convierten ahora también en un destino pionero en turismo y economía naranja.

En efecto, visitar Quito, es recorrer varios destinos en uno. Experimentarla es tener la oportunidad de vivir una infinidad de experiencias únicas, en entornos urbanos o rurales, conociendo sus tradiciones o sus industrias creativas, compartiendo momentos privilegiados con sus habitantes.

Las experiencias diseñadas por Quito Turismo, en el marco del programa QUITO TURISMO CREATIVO, invitan a vivir la cultura local en primera persona, desde su Escuela Quiteña, mundialmente reconocida, hasta los coworking de diseño de la Floresta o el turismo comunitario en Yunguilla, pasando por los talleres de elaboración de chocolate, de café o de cerveza artesanal.

Dichas experiencias son el fruto de un riguroso trabajo impulsado desde Quito Turismo, por tal de garantizar su máxima autenticidad y creatividad y crear además una cadena de valores que beneficie a todas las comunidades y los sectores de la ciudad y sus alrededores.

Dichos logros han llevado el destino Quito a recibir el sello CreativeFriendly, otorgado oficialmente por el Creative Tourism Network® a los destinos que apuestan por el turismo y la economía creativa, y demuestran una real implicación en el desarrollo de las Buenas Prácticas de dicho turismo. En este sentido, la directora del Network, Caroline Couret, destacó el papel relevante que está desarrollando Quito al posicionarse como un referente para este nuevo modelo turístico a nivel mundial. De hecho, el programa, que ya se promocionó en el World Travel Market de Londres 2019 y en FITUR2020, despertando el interés de los mercados internacionales.

Como lo subrayó en FITUR, la Directora de Mercadeo de Quito Turismo, la Sra. María Belén Pacheco C., la oferta, nuevamente creada en colaboración con el sector privado de la ciudad, responde a las nuevas tendencias viajeras marcadas por los Millenials y abarca todos los campos artísticos y culturales de la ciudad, por tal de reflejar su ADN, su identidad y propiciar la interacción con los locales. Así, el viajero creativo tendrá la posibilidad de participar en un taller de cerveza artesanal en la misma ciudad que fue, en el siglo 16, la primera de América en elaborar su cerveza de la mano de los Franciscanos. De la misma forma, las actividades relacionadas con el café o el chocolate se dotarán, además de lo culinario, de una dimensión cultural y social. La música andina se convertirá en un lenguaje común entre locales y visitantes, sin hablar de la amplia oferta de artes y oficios que ofrecen iniciaciones en sus talleres del Centro Histórico, por citar sólo algunas de las experiencias propuestas.

Dicha oferta, que resulta ya muy diversa y atractiva, se irá ampliando con la participación activa de las comunidades locales, siempre valiéndose de la creatividad como medio de desarrollo y apoderamiento.  

Así concluyó Couret, la sostenibilidad del programa Quito Turismo Creativo está más que garantizada ya que la creatividad es el único recurso que se expande al utilizarse.

Quito, que también demuestra liderazgo en otros sectores, ha añadido ahora indudablemente el  color naranja!

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